Para julio estaba prevista la llegada de un nuevo B737-MAX, cuya matrícula asignada era LV-KIV, pero recién estaría en condiciones de venir en septiembre. Para ese entonces, pasado el pico de la temporada alta, a la empresa no le sirve. Por lo tanto, pasaría para el 2025/2026, lo que significaría un ahorro por el leasing de U$S 350.000 por mes.
Para noviembre estaba previsto otro, que viene atrasado, lo que llevó a Aerolíneas a demorar también su entrega para el 2025. Esto significaría que ese año la empresa estaría recibiendo cuatro 737-MAX, que estaban previstos, más este último.
El objetivo, obviamente, sería mejorar los resultados de la compañía, que hoy ya cuenta con diez B737-MAX. El último en ingresar fue en mayo.
De los MAX quedarían aun 4 por ingresar que llegarían el año que viene.
Un tema que aún queda por resolver es qué hacer con los 2 A330-200, dos Embraer 190 y 6 B737-700 cuyos contratos vencen este año. Consultada la empresa sobre este punto, contestaron que “es parte del análisis que se está haciendo.
