Semanas decisivas para la aviación comercial argentina: mientras en Diputados se define el futuro de Aerolíneas Argentinas, el nuevo Código Aeronáutico ya está a la firma del Poder Ejecutivo

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Mientras el oficialismo intenta rescatar la privatización de Aerolíneas Argentinas con el regreso de la Ley Bases a Diputados, la oposición buscará, a su vez, defender la exclusión que forzó en el Senado. Tan decidido está el oficialismo, que si no obtiene la mayoría para insistir en la versión original que votó la Cámara Baja, no claudicará, por lo que enviaría al Congreso sendos proyectos de ley para privatizar o concesionar las empresas públicas que le interesan y/o obsesionan. Mientras tanto, y sin tanta alharaca, la propuesta de reforma y actualización del Código Aeronáutico Argentino ya está a disposición del Poder Ejecutivo lo que implica un paso importante hacia la actualización de la Ley 17.285/67 que regula la aviación civil argentina. Tema, que por ser parte del DNU 70 generado por el actual gobierno al inicio de su gestión, sería norma en cuanto el Ejecutivo lo bendiga, de no haber impugnaciones al decreto en el camino.

Por lo que trascendió, el trabajo encargado al hoy Subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Gómez, y sobre el que hicieron su aporte unos 80 reconocidos profesionales y empresarios del sector, agrupados en cinco grupos de trabajo (compañías nacionales, aerolíneas internacionales, aviación civil, universidades y organizaciones gubernamentales (Fuerza Aérea, Defensa, Seguridad, ORSNA, ANAC, etc.) ya estaría listo para su puesta en marcha.

Quienes conocen el producto final, si bien reconocen que hay algunas alternativas sobre las que el Poder Ejecutivo pueda optar, sostienen que el trabajo no incluye propuestas extrañas o excepcionales, si no que reúne todo aquello que hoy está contenido en las leyes que regulan la mayoría de la industria a nivel mundial. Fue un “shot empírico”, definió un consultor, es decir basado en la experiencia y observación. Las opciones que quedan a criterio del Ejecutivo son el modelo Singapur (liberación total); modelo europeo de Cielo Único (que no es aplicable hoy al Mercosur) o modelo estándar, que es el adoptado por países como Chile o Brasil y el recomendado para la Argentina. Un modelo que a simple vista parece el menos revolucionario, pero que implica, sin embargo, un cambio profundo respecto al código actual.

El cambio más importante, es que ya no se apoya en la definición de que los derechos de tráfico (doctrina Enrique Ferreira) es un ejercicio de soberanía – típico de la década del 40 – sino en una actividad comercial. Esto llevaba a que Aerolíneas Argentinas, mediante la Ley 19.030, fuera la aerolínea ejecutora de la política aerocomercial del país, por lo tanto, la que decía sí o no en una negociación bilateral. Hoy, sin descuidar la trayectoria y significado de la empresa, por volumen e historia, Aerolíneas es lo que es: una aerolínea de bandera como el resto de las empresas que con matrícula argentina hacen uso de esos derechos, como Flybondi, JetSmart, Andes, American Jet, etc.

Otro cambio importante es que los subsidios, si los hubiera, ya no serían a la oferta si no a la demanda, poniendo a Aerolíneas en un pie de igualdad con el resto de las compañías, además de clarificar que la única línea aérea de fomento de la Argentina es LADE.

Un cambio significativo, también, es la posibilidad de que las aerolíneas puedan operar en la Argentina con aviones con matrícula de otro país – como ya ocurre en muchas naciones, incluidas Cuba y Venezuela -, no así con mantenimiento y tripulaciones extranjeras, salvo en los casos excepciones que estuvieron siempre contemplados.

La expectativa para el Gobierno es que tanto la actualización del Código Aeronáutico como los Memorándum de Entendimiento que se firmaron en los últimos dos meses con países vecinos (Chile, Ecuador, Perú, Brasil, Uruguay), incluyendo en algunos casos derechos de 5º irrestricto y 9º libertades del aire (Chile y Uruguay) haga más atractiva a la Argentina para la llegada de inversiones, además de brindar mayor seguridad jurídica.

Si se cumple con los objetivos que persigue el nuevo Código y se logra –algo difícil – que Brasil también abra su cabotaje a aerolíneas extranjeras, se habría generado, según confían los funcionarios del sector, un mercado regional de 200 millones de pasajeros, lo que generaría distintas oportunidades para los países, empezando por la Argentina. Aunque reconocen en off, que, en términos de mercados, en algunos casos gana uno y en otros otro. Lo que no deja de ser una oportunidad para las aerolíneas de la región.

Los próximos 10 días pueden ser cruciales para el sector, no solo porque habría, se supone, un nuevo Código Aeronáutico (el que ahora se está modificando es de la época de Onganía), sino que, además, se clarificaría el futuro de Aerolíneas Argentinas (hay quienes dicen que habría por lo menos un interesado, lo que no deja de generar muchas dudas) e ingresaría a la cancha un nuevo jugador que promete llevarse por delante a muchos defensores y hasta modificar las reglas del juego, si es necesario: Federico Sturzenegger.