En abril pasado, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que el Gobierno trabajaría para garantizar que Gol y LATAM Airlines compren aviones del fabricante Embraer, tal y como lo hacía su competidora Azul (que casualmente recibió esta semana su primera aeronave de la versión 195-E2).
«Vamos a hacer una sociedad muy bien equilibrada para que Embraer funcione, para que Azul funcione, para que Gol compre aviones de Embraer, para que Latam compre aviones de Embraer, para que el Gobierno vuelva a comprar los aviones que necesita comprar», dijo Lula.
En respuesta al “pedido” del mandatario, pero principalmente con la ventaja de ofrecer slots de entregas más próximos que Airbus y que – principalmente – Boeing, Embraer recogió el guante y afirmó que actualmente está en conversaciones para vender su avión regional E2 a LATAM Airlines Group y a Gol Linhas Aereas Inteligentes.
“Cualquier pedido recibido de las aerolíneas para nuevos aviones E2 ayudaría a mejorar la conectividad entre las ciudades brasileñas”, dijo Francisco Gomes Neto, director ejecutivo de Embraer.
“Si bien la demanda de viajes aéreos en Sudamérica continúa aumentando exponencialmente, las aerolíneas se ven impedidas de crecer para satisfacer este aumento de la demanda por la falta de aviones adecuados tanto a corto plazo como en los próximos años, ya que los pedidos pendientes de aviones Airbus y Boeing continúan alargándose”, añadió.
«Los aviones de fuselaje estrecho tienen una cartera de pedidos completa hasta finales de la década, por lo que Embraer tiene una gran oportunidad de crecer», agregó el ejecutivo. “Comprar un avión de Embraer ahora podría hacer que el cliente reciba ese avión en 2025, dijo Neto. Compárese eso con Boeing, donde es probable que los nuevos pedidos de aviones Boeing 737 MAX se entreguen en 2029”.
