El ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda de Bolivia, Edgar Montaño, ha anunciado que se ha descartado la posibilidad de trasladar el Aeropuerto Internacional de El Alto a otro lugar debido a la falta de terreno y al rechazo de diferentes sectores involucrados.
Montaño explicó que llevar a cabo esta propuesta requeriría al menos cinco años de estudio técnico, pero actualmente no hay terrenos disponibles cerca de la hoyada de La Paz. Por lo tanto, el traslado se ve imposibilitado.
A pesar de que una federación de juntas vecinales de la ciudad se pronunció a favor del traslado del aeropuerto, argumentando problemas de tráfico vehicular en su ubicación actual, Montaño mencionó que los dirigentes vecinales deben ponerse de acuerdo para concretar la propuesta. Por otro lado, los choferes de taxis y minibuses que prestan servicio hacia la terminal aérea llevaron a cabo una protesta en los últimos días en contra del traslado. Estos trabajadores del transporte consideran la propuesta como inviable e ilógica.
Según estimaciones de dirigentes, entre 1,000 y 3,000 familias en El Alto dependen de los empleos directos e indirectos generados por el aeropuerto. Esto demuestra el impacto económico y social que tendría un posible traslado.
