IATA exige que se descuenten los gastos derivados de la pandemia, del cálculo de las tasas aeroportuarias y se anule la autorización del alza por parte del Consejo de Ministros de España. Asimismo, Aena busca ser compensada por la caída del negocio a causa del Covid-19. Tanto las aerolíneas como Aena tienen abiertos varios procedimientos por los que se reclaman más de € 3.500 millones. El gestor aeroportuario reclama ser compensado por los efectos de la pandemia, que calcula en unos € 2.500 millones por los ingresos que dejó de tener (lucro cesante). Por el otro, las compañías aéreas, a través de IATA exigen que se descuenten los gastos derivados de la pandemia de la base para calcular las tasas aeroportuarias y que se anule el alza aprobada este año por el Consejo de Ministros de España. El sobrecoste sobre las tasas que calculan las aerolíneas para el periodo 2023/2025 estaría valorado en € 1.000 millones. Mientras que desde IATA señalan que la ley de 2014 que regula Aena obliga a congelar las tarifas hasta 2025, desde Aena aseguran que existen excepciones que permiten subirlas, como es el caso del Covid-19 que obligó a Aena a incurrir en costes sanitarios y de seguridad. Sin embargo, las aerolíneas afirman que dichos costes ya se imputaron en la tarifa de 2022, por lo que ya no habría que incluirlos a la hora de calcular la base de las tasas y argumentan que este error repercute en lo que se pagará en el futuro. Dichas tasas aumentaron el pasado 1 de marzo hasta los € 10,35 por pasajero, € 0,4 (+4,09%) más que antes de la última revisión y un 6,9% menos que en 2015. Según las aerolíneas, las tasas deberían estar ahora en los € 9,14 por pasajero.